Astrologicamente esta carta se corresponde con la energía de Júpiter, se la asocia a momentos de cambio y movimiento. La palabra clave que se le puede asociar a este arcano es nuevo ciclo.
La rueda rota, constituye las mismas letras que tarot y es un instrumento que hace patente el rotar de la vida y más específicamente de la existencia humana.
El arcano de la rueda de la fortuna es también llamado la rueda de los renacimientos dando a conocer un sentido de la rueda de el karma que condiciona los renacimientos que pueden ser físicos o de existencias o de ciclos de experiencias como pueden ser vínculos afectivos o trabajos, vida en países , etc.
Se la asocia en versiones de el arcano anteriores con la rueda de tejer, y el mito greco romano de las tejedoras o morías.
El arcano de la rueda de la fortuna es el número diez, que en la tradición cabalística es expresión del cosmos y sus distintas manifestaciones.
El número 10 es tanto la terminación de un ciclo o complecion de una etapa para luego poder dar inicio a un nuevo ciclo.
Es el movimiento del espíritu o la mente más profunda de retorno a la unidad para volver a crear y desarrollarse.
El arcano de la rueda de la fortuna recibe la influencia en el planeta Júpiter, que es un planeta de expansión y movimiento.
En términos generales habla de un movimiento de factores desconocidos en la dinámica específica, puede ser de distintas maneras pero siempre es un movimiento de crecimiento y expansión.
Siempre es un movimiento de expansión que si no es actual puede implicar el surgimiento de nuevas oportunidades .
Para que pueda darse plenamente, y poder integrarse mejor y hasta poder vivirse directamente se necesita el haber cerrado o desprendido .
Hay una necesidad de aprender la conciencia de que todo cambia, y que todo se renueva.
La esfinge encima de la rueda está compuesta de los símbolos elementales, el cuerpo del toro es el elemento tierra, las zarpas y la cola de el león es el elemento fuego, un rostro humano o de ángel que es el elemento aire y las alas que son la espada y por ello el agua.
La esfinge es el misterio místico que es la asociación de los cuatro elementos. Son los cuatro elementos con los cuales se genera la realidad interior y exterior, y los elementos en los cuales se sintetiza la misma realidad en toda complejidad.
A la izquierda del arcano de Rider White en la izquierda podemos ver una serpiente que representa a set en la mitología egipcia que personifica el principio de destrucción.
En movimiento ascendente tenemos al dios Anunis que acompaña a las almas en su viaje al más allá y hacia la próxima reencarnación.Representa el principio positivo o creador.
Juntos representan los antibajos de la suerte, de la existencia y las situaciones en las que nos encontramos.
En los cuatro puntos cardinales se encuentran los cuatro evangelistas .
Lucas es el toro y se encuentra en la tierra.
Marcos es el león y representa el agua.
Pedro es el ángel y representa el elemento aire.
Representan a los cuatro signos fijos del zodiaco, tauro será el que fijará a la materia, leo fijará a las emociones, y acuario que sera la que fijará a las creencias que se identifica con los sucesos externos.
Hay un triple círculo dentro de la rueda que simboliza la idea de unidad en la multiplicidad, con el mundo interior y exterior, con el macrocosmos y microcosmos.
Dentro de la rueda se ven los rayos, estos son los caminos desde el interior al exterior y viseversa.
Se pueden ver varios libros y seres alados en las figuras de las esquinas que representan los aprendizajes que los humanos podemos recibir de la experiencia de los otros, de otras generaciones por ejemplo.
El personaje que sube es generalmente un ave, como un ser sagaz y astuto, cree que tiene el poder y la justicia de su lado.
El animal que cae es un buey o burro representando la estupidez de identificarse con la caída y la perdida .
El centro de la rueda es la representación del mundo interno, es lo eterno e inalterable, equidistante de las situaciones vitales de "subidas" y " bajadas".
Los movimientos cíclicos que van marcando el movimiento pueden ser interpretados de forma amenazante por el yo cotidiano.
La imagen de la rueda nos está invitando a trascender las limitaciones de la naturaleza humana.
La rueda nos recuerda que la vida es un sistema que en esencia es un movimiento continuo, incesante y de eterno devenir.
Cómo seres humanos estamos destinados a circular, migrar en un eterno cíclico de vida, muerte y vida.
En la Grecia antigua la diosa de la fortuna o de la suerte, que se la representaba con una coleta o mechón.
Era una diosa que de forma aleatoria o caprichosa sus dones de destino.
En la edad media se va a tomar este concepto de la fortuna como algo vago y sin criterio y por lo tanto algo en lo que no se podía confiar.
Dando a entender como no se puede confiar en las circunstancias materiales y de este mundo.
La rueda de la fortuna la mueve una persona ciega, en el camino ascendente hay un personaje con una corona que dice en latín "reinare", su ego se identifica con la gloria futura, con lo que obtendrá.
Encima de la rueda había un persona que en latín afirmaba " yo reino", cayendo de la rueda hay otro que dice "he reinado", denotando el apego al pasado y lo que se poseyó, y en la parte de abajo otro personaje que en confusión busca a tientas la corona y dice "estoy sin reino " o "no sé dónde está mi reino" , dando a entender que otra etapa del ego y su apego a las circunstancias es la desesperación y confusión de no encontrar el nicho de desarrollo del ego.
En todos los estados con los cuales se puede identificar el ego no deja de ser algo que pasara .
El símbolo de estar movido por una persona ciega indica la naturaleza absurda o ilógica en relación o referencia a lo que esperamos que sea una vida ascendente y acumulativa, cuando hay en realidad hay una cantidad de causas y condiciones que van influyendo, o hasta condicionando de forma determinante en el "destino o fortuna".
Luego los personajes aparecen animalizados como símbolo de la estupidez humana que confía en los vaivenes de la fortuna o del destino.
En el tarot de Marsella son animales humanizados para representar la inestabilidad de la fortuna.
En el tarot de Papus tenemos a Hermanubis que es una fusión de Hermes y Nubis, que representa la fusión de Hermes y Nubis, y representa la creación.
Luego está Amibala que es una esfinge y representa la estabilidad. Y también está Tifonce que es mitad serpiente y mitad cocodrilo y que es un dios de oscuridad.
La rueda del destino y la impermanencia.
Todo cambio es siempre hacia una expansión, son estaciones de tren de un viaje que es siempre expansivo, el fin es solo el comienzo de algo.
La rueda nos recuerda la impermanencia y la inconsistencia cíclica de todo lo creado o generado se podría decir mejor, y que está representada en la rueda del Samsara de la filosofía huinduista y budista.
En la rueda de los renacimientos o del Samsara hay una clara analogía o similitud con la expresión en la expansión del tiempo y el espacio de la ley del karma o de causa y efecto.
Sobre la rueda del Samsara, el origen y los conceptos que representa simbólicamente puede pasar por varios artículos publicados por nosotros al respecto y para introducción o invitación les dejamos un link.
En el tarot de Osho sobre la rueda se afirma que en términos generales y de las apariencias la vida se repite a si misma futilmente, todo nace, evoluciona , muere y vuelve a nacer.
Bajo la apariencia de estabilidad y quietud que la mayoría de las veces tiene, está en permanente cambio. Esto lo afirma también Jodorowsky en su texto " la vía del Tarot" que debajo dejamos en las referencias y links.
Cómo si el arcano de la rueda hablara.." de féretro en féretro, de luna en luna, sueno sin sueno, cesa de pensar que mis sueños son un castigo".
"Eres el parto continuo que no es tal, la muerte y el nacimiento son cambios aparentes".
"En el momento del regreso la memoria arde con alegría de un fuego de artificio".
La mente humana siempre será tal que de forma más o menos clara siempre seremos autores y testigos de aproximadamente las mismas acciones.
Unidos en el centro, el autor y el testigo serán siempre la misma unidad con dos caras.
Frente a mí el hombre debe interrogarse a si mismo, ver en si misma a la muerte y la promesa de una vida eterna.