jueves, 8 de agosto de 2024

El ermitaño, el encuentro con el anciano sabio .

Anciano sabio. el encuentro con la luz de la conciencia.

El anciano sabio o también llamado el ermitaño en la concepción de los arcanos del tarot , es considerado como la representación de la luz de la conciencia en términos de la filosofías orientales o de el si mismo en la concepción antropológica de Jung.
Está concepción de un plano de la conciencia de la personalidad , que es consciente del mundo fenómenico y de un si mismo que interactúan y se encuentra al lograr liberarse de la experiencia del mundo fenómenico, del efecto hipnótico de las emociones y sobre todo de los deseos, puede entonces encontrarse con su maestro y así descubrir el engaño, o confusión con que se vieron condicionados en la experiencia o existencia que a terminado.

"Habiéndose vuelto indiferente a los objetos de percepción, debe el discípulo ir en busca del rey de los sentidos, el productor del pensamiento, aquel que despierta de la ilusión".

La voz del silencio, Anie Besant.

En este proceso de revelación, de comprensión, el fin de una experiencia o existencia, hay que considerarla como una oportunida pues es allí que se puede  mirar desde otra visión más amplia y ya no condicionada por la fuerza de los estimulos de lo que se está viendo.
Cómo , por ejemplo, cuando se puede detener la adicción a una sustancia y estar fuertemente determinado a comprender como liberarse de esta adicción que puede comprenderse y trascenderse.

El arcano del ermitaño.


El ermitaño es como un profeta que puede conectarse con el futuro, puede hacerlo pues el se a encontrado con la realidad que incluye el pasado, el presente y futuro como una unidad.
Está iluminando el pasado y con ello la proyección hacia el futuro.
Conoce cuanto a hecho y cada paso que a dado y por ello también la conexión con el presente.
El buda histórico, Shakiamuni, en sus discursos solía relacionar casualmente lo pasado con el presente y así comprender e interpretar el sentido de la experiencia.

El nombre de esta clave se interpreta en la cabaña como el único, el uno , pues está presente en toda experiencia como unidad.
Está siempre presente pues es que representa simbólicamente a la supra conciencia o el si mismo.
Las manos son representación simbólica de aquello a través de lo cual la mente hace contacto, se une a la supra conciencia.
Cuando la mano sostiene un farol y alumbra hacia atrás , está dando conciencia sobre lo que pasó, y así, se representa simbólicamente la reconexión con el si mismo, con el maestro interno, mediando el alumbramiento del pasado.

La clave nueve es el encuentro con el yo interno y la realización, el cierre , la síntesis y de un ciclo.
La forma del número nueve sugiere el cierre de un ciclo la la apertura de otro.
El círculo inicia una nueva manifestación, luego de haber hecho la síntesis de lo anterior experimentado, el ser original, el si mismo, con el que se reencuentra, no sé involucra en las acciones y experiencias aunque es la causa de todas.

El ermitaño,cómo puente entre la sacerdotiza y la torre.

El poder de comprensión de la experiencia de el ermitaño se ermitaño se da como consecuencia, de el conocimiento que ests representada por la sacerdotiza.
En la descripción de el nivel de comprensión de la mente en el proceso del morir, se da gran énfasis al hecho de que es consecuencia directa de la elaboración previa de la mente, sino sería casi que directa, una situación de crisis que genera ya una gran comprensión.
El ermitaño nos está haciendo recordar que , más allá de la experiencia personal que.hayamos tenido en el tiempo y espacio, hay una presencia real que es lo que aspiramos a ser , nuestro si mismo junguiano.
Está voluntad fundamental es resultado de la síntesis de todas las anteriores manifestaciones, y en el esquema del tarot es el resultado de los ocho anteriores arcanos.
En el esquema de los arcanos de sabiduría, el rayo de la torre, que rompe la estructura del ego y tiene el poder revolucionario es causado por la lámpara del ermitaño, con la que alumbra lo pasado.
El río que se podría atribuir a la visión que a nivel no consciente se genera a partir de el entendimiento de la sacerdotiza, llega a nutrir a el ermitaño.

El ermitaño es espíritu, en su aspecto de experiencia omniabarcante.
Es una expresión simbólica de la experiencia más antigua y más sutil o subyacente.
El ermitaño, es el uno que permanece indivisible en el centro de la manifestación, del cual la persona es su exterior expresión.
Todas las diversas voluntades personales que se despliegan ya en una existencia, son respuestas o expresiones de la voluntad original.

Hay alguien ahí adentro?

" Quién mira hacia afuera sueña, quién mira hacia adentro despierta".

Quién es el anciano sabio?, el anciano sabio es alguien que vive en el silencio de la soledad, es el silencio del cual puede tomar forma un nuevo mundo.
Está figura arquetípica encarna el sentido oculto, preexistencial en el caos de la vida, en el velo que nos presenta permanentemente la existencia.
El ermitaño transforma todo lo pasado en sabiduría, y es en base a esa comprensión que puede
" Hoy que claro ve las cosas,
que ayer no vio, ni va a exigir.
Sobre su pena se posa,
quiere entender para seguir."
Va a escampar , la vela puerca.

En la luz de la lampara está el potencial de redención de la naturaleza humana en una naturaleza más espiritual.
Una de las cortinas de la lampara es de color rojo, y simboliza la luz de sabiduría que surge de las experiencias de las paciones, de la compasión por la naturaleza humana.

En el viaje del héroe, cuando esté transcurre por una etapa difícil, el ermitaño puede surgir con todo su potencial esclarecedor para darle compasión y esperanza, al darle un sentido a la experiencia.
Según Jung, el impulso de buscar un significado a lo que se experimenta es lo que hace nacer y desarrollarse los diversos aspectos de la psiquis.
Considera el que el ser humano es fundamentalmente un animal espiritual.
Hay en el hombre, según el una necesidad de sublimar su naturaleza hacia su original Ser.

Como se experimenta el arquetipo del ermitaño.

Una forma de experimentarlo literalmente es partir hacia colinas elevadas y aisladas y allí habitar, al menos por algunos periodos, o también largos viajes de mochileros, en los cuales la persona puede inteovertirse , reflexionar sobre las experiencias vividas, o al menos, poder tomar distancia de su propia existencia y así tener una visión distinta .
Otras veces se da el adquirir una barba, o características físicas similares o de caminar.
En la búsqueda de la sabiduría del anciano, nos podemos convertir  en un Hamlet moderno, en soliloquios existenciales, cuestionando nos el sentido de lo experimentado, de lo que nos esta pasando.
También en las situaciones de viajes místicos, de salidas al campo, etc puede verse cada vez más posible el viajar en solitario y a la naturaleza.
Y a través de estas prácticas sociales hay muchas más posibilidades de hacer un movimiento de individuación que nos conecte con este si mismo.

En las relaciones masivas actuales y más específicamente en los fenómenos de los medios de redes sociales se presencia un estado de enajenación, de separación del propio si mismo, de seres aislados en medio de una multitud.
Enmascarados detrás de una asociación compulsiva que tiene poco que ver , que está muy enajenada de nuestra verdadera naturaleza humana.

La individuación solitaria.

En tristes peregrinaciones colectivas nos podemos preguntar.." quien soy yo?, mírame, escuchame, quien soy?".
Nos hemos separado tanto de nuestra razón de ser interior que existimos y somos permanentemente en relación a los demás.
El arte de la individuación, de convertirnos en nuestro más propio yo mismo, es una experiencia instrumental personal, comprende la separación, la desligacion de la propia individualidad de la colectividad.
Para lograr recuperar, recordar quienes somos, necesariamente debemos reintegrar, reconocer las partes de nosotros mismos que proyectamos en los demás.
En el libro tibetano de los muertos, en las instrucciones que se dan al ser que está transcurriendo la experiencia se le dice permanentemente " todo es creación de tu mente, reconocimiento es liberación".
En el reconocimiento de lo proyectado en los otros, es que podemos realmente ir individualizando nos , ir liberándonos.
Es en este proceso de individuación , de reencuentro con nosotros mismos, que es posible retornar al mundo con un sentido más auténtico, profundo de propósito e identidad.
" Cuando una persona se encuentra solitaria estará llena de luz, y cuando se encuentre dividida estará llena de oscuridad".
Evangelio de Tomas.

En la alegoría de la caverna de Platón, el prisionero que se desprende de las cadenas y ve la realidad como es, se encuentra, a partir de su separación de la multitud, solitario en su iluminación, en su comprensión.
Se encuentra solitario frente a una multitud de esclavizados ignorantes.
Cada uno de los que logran el descubrimiento de lo real han de pagar el precio de la soledad, aislamiento, como le sucedió a Prometeo ".
Jung.

El pecado prometeico.

En el libro del Génesis se representa el acto de devenir conscientes , cómo de adquirir conocimientos, implica una perdida de la seguridad, en una expulsión del paraíso, y sino hubieran emprendido ese camino no se hubiera podido llevar a cabo en avance de la humanidad

Cada paso hacia mayor conciencia,implica, aunque no lo percibamos conscientemente, alguna forma de culpa prometeica, como que a través de una comprensión sobre la media de la cultura a la que pertenecemos, estamos también robando el fuego a los dioses y dándoselo a los seres humanos, y teniendo como castigo de ellos a el aislamiento, la distancia de la humanidad.
Cada ampliación de la conciencia genera una diferenciación irreversible respecto a sus compañeros, a sus congéneres, y así , puede generar el aislamiento como destino inevitable.
" Seréis como dioses , y al hacerlo os alejareis de la humanidad. El dolor de su soledad es el castigo de los dioses".
Incluso más solos que un ermitaño ".
Jung 
La imagen del anciano sabio , se puede proyectar también sobre los ovnis, sobrevolando a la humanidad, y esperando el momento adecuado para salvarla, revelarle la verdad.

El cierre y el comienzo de un nuevo ciclo.

En la vida humana, el número nueve es el tiempo necesario para la gestación de un nuevo servicio.
El jueves es un número de iniciación, para los romanos, también lo era, celebraban un rito de purificación el día nueve luego de un nacimiento, allí celebraban también una fiesta.
El no responde a el mensaje de la introversión puede dar lugar a un aislamiento forzado y a un periodo de soledad derivado de una enfermedad física o psíquica.
Está representado en camino, en permanente viaje, es un ser que viaja entre dos mundos, entre dos planos.
En su marcha constante nos recuerda que somos seres viajeros, que este es otro viaje, y no un hogar constante y seguro.
En la filosofía budista se describe al ser humano como un ser migrantes.
" La vida es un puente, cruzarlo, pero no construyas nada sobre el".

La visión infinita.

La visión del ermitaño puede elevarse por encima de los patrones del tiempo y espacio, para revelarnos la verdad del eterno presente.
A tener una visión cada vez más profunda de el presente, puede ver las conexiones karmicas con el pasado y el futuro.
Comprendiendo la intrínseca interconexión entre los distintos aspectos del tiempo, que en nuestra visión limitada vemos separadas.
En unos textos de discursos del buda, este describe la conexión con el pasado de lo que ocurre en el presente, estos son denominados jatakas.
Utiliza su lampara para iluminar su propio pasado, y al hacerlo ilumina su propia oscuridad.

El ermitaño espera allí adentro, a que termine, se detenga el bullicio de la vida del mundo del valle de la ilusión compartida, y así poder revelar la verdad a la conciencia.
" Tenemos la tendencia a ver lo irreal como real,
y lo irreal como real".
Yogui Ramacharaka.

Yo, el tarot.


" Yo, el ermitaño, me vuelvo activo en la tarea de desactivar el antiguo mundo que no conozco".
El ermitaño camina transitando desde lo ya pasado y que se cierra, hacia lo nuevo y desconocido.
Es la máxima sabiduría que se encuentra en el punto culmine entre una forma de existencia o experiencia y otra.
El ermitaño es un estado intermedio de conocimiento, entre el conocimiento mundano y la sabiduría del espíritu, sabiduría que se encuentra más allá del velo de el mundo fenómenico, en el exterior de la caverna.

" Alzó iluminado el pasear como un hombre de experiencia".
" Al igual que la sacerdotiza, tengo muchas capas, por el revisar de el pasado y por la soledad del proceso de introversión".
Todas las capas de ropa y la cantidad de rayas son las memorias de mi pasado, que es la causa de la sabiduría.
Como el loto, surge de el barro de la experiencia en el mundo terrenal.

" Yo e recorrido el camino, y mi labor a sido llevada a cabo".
" Soy un ser que a aprendido las lecciones de mi propio camino".
Es la expresión de la transformación de la experiencia en sabiduría, mediante la revisión y comprensión de lo experimentado.

" Yo soy la soledad, yo soy el desprendimiento, soy el ascetismo, yo soy el retroceder".
En relación al mundo en el Samsara del budismo, a la vida en el valle de la experiencia comunitaria, el ermitaño es el retiro, es la renuncia a el poder y disfrute, para poder encontrar el saber que llega tras la experiencia .
" Es la flor que se abre silenciosa tras la experiencia".
La voz del silencio.

" Mantengo encendida la linterna y mi conciencia, que sirven de guía para quienes me siguen por la vía que e abierto ".
La lampara de la conciencia está encendida para iluminar al propio ser , la propia oscuridad y pasado, pero al hacerlo , por conexión intrínseca de la existencia, está ayudando a los seres cercanos y a la humanidad en definitiva.

" Yo no sé quien soy, vivo en la total ignorancia de mi mismo".
" Poco a poco me e ido desinteresado de mis ataduras, mis pensamientos no me representan, e vencido mis pasiones, y me e desprendido del deseo".

La conciencia funciona por identificación, al estar en ignorancia de las ataduras , de la identidad social, está libre para ser más allá de la dualidad.
Ya no se reconoce en el ego, y puede así reconocerse en la totalidad, en la interconexión.

" Para llegar a la luz, me adentré en la oscuridad.
Para llegar al éxtasis, cultive la indiferencia.
Para llegar al amor a todo, me retire a la soledad".

" entre los dos abismos e esperado y seguiré esperando ".
Yo, soy el ermitaño, soy el que soy.