domingo, 6 de julio de 2025

La agonía y el éxtasis de la experiencia de muerte y renacimiento en las matrices perinatales de S. Grof

El proceso de muerte y renacimiento y la disolución del ego.



Que es el proceso de muerte y renacimiento?

En todo proceso de muerte y renacimiento existencial de cambio profundo o directamente biológico, las personas se mueven a través de la reexperiencia de matrices perinatales, de revivencia consciente o inconscientemente, de los patrones de experiencia de la muerte y renacimiento que se vivió en el íntegro proceso de nacimiento biológico.

Cada fase se experimenta de acuerdo a la integración y sanación de esta en la psiquis profunda, experimentando se interna o externamente de forma sincrónica .
La segunda fase , por ejemplo es la segunda Matrix perinatal que es experimentada en el modo tóxico como un estado infernal que no tiene salida.
Es relacionado simbólicamente con el estado infernal o noche oscura del alma, que está descripta en diversas culturas que poseen instrucciones escatológicas post mortem.

Cuando se da el pasaje de la segunda a la tercera matriz perinatal en la cual hay un vislumbre de una salida , que tiene su correlato con las experiencias cercanas a la muerte en las cuales hay un vislumbre de una luz al final del túnel 

Así, tienes una sensación de aniquilación total, de destrucción, tocar fondo, y salir hacia la luz, se siente que hubiera una lucha y luego se sale, de donde queda la muerte?.
Otro proceso de muerte y renacimiento se experimenta en el canal de parto pasando horas luchando por respirar.
Siempre está presente la experiencia de la muerte en el pasaje, hasta que punto va a depender de como se experiencia haya sido.
Así puede pasar que uno emerja como un recién nacido biológico pero aún está incompleto y psicológicamente se encuentra aún dentro del útero.

En la metafísica de la alquimia y el esoterismo occidental, y en la filosofía budista, se considera que el nacimiento en un plano de existencia no es garantía de que se haya nacido a nivel consciente a el mismo.

Hay otro proceso de muerte en si mismo que es el que se da con la experiencia del canal de parto en el cual nos identificamos como un ser contraído, y limitado, y al agonizar muere con todo lo que nos sentíamos identificados.
Lo que las personas que se han estancado en ese estado deben comprender es que deben soltar ese ser falso e ilusorio que está muriendo y salir al mundo hacia lo nuevo.

Segunda matriz perinatal.

Las contracciones comienzan cuando el córtex todavía no está abierto, hay una opresión física y también existencial.
Se tiene la experiencia de un descenso a un remolino de vorágine.
Al cortarse o disminuir bruscamente el flujo de oxigeno, hay una experiencia de peligro casi omnipresente.
Junto con este peligro existencial, hay una experiencia de perder el paraíso que se experimentaba en la matriz perinatal anterior, y una caída a un estado infernal.
Recreando la experiencia de condena y castigo de Adán y Eva y su expulsión del paraíso.


En esta matriz vemos, junto con el pasaje a la tercera, la experiencia de agonía y de éxtasis, que en la simbología de Jung se corresponde con el arquetipo de la muerte y renacimiento.


La vivencia en general es de estar abandonados a una experiencia angustiosa de desmoronamiento infinita.
Hay una vivencia de un peligro cada vez mayor de perder la propia identidad, de quedarse sin referencias sobre lo que uno es, tanto interna como externamente.
No hay un origen definido del peligro, y el mundo entero se interpreta en términos paranoicos.
Se tiene la experiencia de ser engullido, devorado, por una entidad superior, ante la cual uno se encuentra totalmente impotente.
La conexión con experiencias vinculadas a esta matriz pueden ir acompañadas de gran ansiedad, peligro de muerte, impotencia, sufrimiento físico o emocional agudo, claustrofobia, etc.
En una experiencia más transpersonal, está experiencia puede viveciarse como conexión con el dolor de la humanidad, etc.

Eventos difíciles de nuestra , de gran presión y sin salida nos pueden hacer conectar con está Matrix, con la sensación de estar " entre la espada y la pared".
" callejón sin salida", teniendo un sentimiento de impotencia, de rechazo o sentirse abandonado, de victimismo, etc.
Junto con estás vivencias asociadas con la experiencia de victimismo, de ser objeto de sufrimiento, puede haber una experiencia de gran desilusión ante la vida, depresión, etc.

Cuando pasamos de la matriz perinatal uno a la segunda la experiencia estática de fusión se transforma en una experiencia con un otro antagónico, en qué podemos experimentar la polaridad de víctimas o victimarios.
En la medida que se va procesando, hay muchas más posibilidades de actuarlo en el mundo cada vez menos o que directamente no se experimente exteriormente.

Cuando está segunda matriz es tóxica o patológica, se pasa de una experiencia oceánica a una experiencia amenazante, que busca destruir la existencia individual.
El hecho que tenemos que tener claro es que si estamos vivos y mínimamente sanos es porque logramos superar la contracción Saturnina , y transformarla en impulso para ir al mundo con más fuerza.


En un ser que está incapacitado para formular un sentido del tiempo y espacio, está sensación de opresión puede durar una eternidad.
En este punto nos identificamos, nos percibimos como como una víctima pasiva de la realidad ante la cual nada puede hacer, se experimenta una sensación de impotencia.

Las experiencias de destrucción tridimensional, de embudo o torbellino, tirando del sujeto hacia un centro son muy características de esta etapa.
La característica de esta etapa es la experiencia de un peligro inminente, de destrucción de la psiquis , imponiendo un movimiento unidireccional, sin posibilidades de modificar la situación.
La sensación de que una fuerza exterior nos empuja a una  situación que no podemos evitar y que nos destruye.
El remolino engullidor representa un peligro grave para un organismo que flota libremente en el agua y le impone un movimiento unidireccional.
Una representación simbólica de la experiencia de esta matriz cuando es revivida en un estado alterado de conciencia la constituye la imagen de ser devorado por un leviatán gigantesco, un monstruo o ballena.
El sujeto experimenta torturas físicas y psicológicas, sin encontrar salida al mismo.
Bajo la influencia de esta matriz, el sujeto no encuentra la posibilidad de algo positivo en su vida, hay una experiencia de inevitabilidad, de impotencia frente a la existencia.
Hay desesperación existencial y culpabilidad.
Una experiencia de ser víctima de fuerzas destructivas de las cuales no se puede escapar y que casi siempre desconocemos las causas.

Tercera matriz perinatal.

En la tercera matriz perinatal hay una compresión sobre el feto pero hay una salida uterina que se abre 
Se produce una conexión pasiva agresiva entre la madre y el feto que se introyecta luego a lo que es el individuo y el mundo.
Mediante esa interacción tensa de lucha se activa la energía marciana en el mundo que permite, que facilita que se active la energía marciana para irrumpir en el mundo.
Puede haber una experiencia de la fragilidad de nuestra biología, de nuestra individualidad, en relación a los elementos exteriores de la realidad.
Cómo parte de la dualidad inherente de la experiencia de esta matriz , podemos tener experiencias emocionales de identificación o posesión, que podríamos trascender al lograr una ecuanimidad, logrando una visión desde una perspectiva trascendental.
En esta matriz hay una sensación de asfixia, de no poder salir de la presente situación y necesitar salir hacia delante.
Hay una polarización de estados de esperanza y desesperanza, se puede dar un atisbo de un rayo de luz al final del túnel.
Hay una esperanza de liberación cercana, Grof asocia está fase con los relatos míticos de lucha y liberación que se relatan en las distintas culturas.



Cuarta matriz perinatal.


En la cuarta matriz perinatal hay una sensación de liberación inminente, y un estar lanzado hacia fuegos purificadores.
Hay , en este punto, una fuerte identificación con el estado de renacimiento, y también puede expresarse en la vivencia de símbolos universales como puede ser kali, Osiris , cristo, etc.

En la cuarta matriz perinatal hay una muerte del feto que estaba casi fusionada con la madre, para nacer como individuo 
En la práctica budista se busca disolver la deidad que se está visualizando para así, tras fundirse en el vacío, reaparecer como la deidad, entrenándose a desidentificaese con una forma o ego y tomar encarnación de forma ecuánime.

Tras la experiencia de presión y de lucha de las matrices anteriores, se tiene la sensación de alivio de sentirse renaciendo.
Está primera mudanza o transformación va a condicionar la forma de atravesar cada transformación.